Estás cartas tienen un origen muy diferente a las cartas de Tarot comunes, las habituales cartas comunes cuyas más tradicionales son las cartas de Marsella ingresaron a Europa por Italia aproximadamente en el renacimiento. Las cartas de Tarot egipcias son producto de una recopilación que se realizó a partir de conocimientos relacionados con los egipcios.
Hay quien dice que estas cartas figuraban en algunos libros y cartillas antiguas y que luego fueron recopiladas. Pero hay que decir que las cartas egipcias tal como las conocemos hoy, no existían hasta que se realizó esta recopilación, esto fue aproximadamente en la década del 60.
Se dice que estas figuras primigenias se encontraban en un libro mítico llamado “El libro de Thot”
Thot era un Dios egipcio, llamado dos veces grande. Las leyendas dicen que este Dios bajó a la tierra y enseñó a los hombres diferentes doctrinas que dieron origen a la religión egipcia.
Estas doctrinas son las que impartían los sacerdotes egipcios. Cuando llego la decadencia de la casta sacerdotal, estos consideraron que la mejor manera de resguardar sus secretos era ponerlos en imágenes.
Es así que existían 78 láminas que eran un conjunto de dibujos que conformaban el libro de Thot y que luego se transformaron en los 78 arcanos del Tarot.
Los primeros 22 arcanos que en otros sistemas son los arcanos mayores aquí se consideran como parte de los otros arcanos, es decir que no hay en el Tarot egipcio arcanos mayores y menores, sino simplemente los 78 arcanos, y si bien los 22 primeros arcanos se corresponden con los arcanos mayores, no hay diferenciación en los dibujos, como sí sucede en el Tarot de Marsella.
Estructura de las cartas de Tarot Egipcio
A diferencia de las otras cartas, las egipcias tienen una estructura gráfica muy diferente a la del Tarot tradicional.
Esto es muy útil saberlo porque nos posibilitará una mejor interpretación de las mismas. Ya que cada símbolo que aparece en la carta tendrá un significado de acuerdo al lugar en el que se encuentre.
Los arcanos están divididos claramente en tres partes: Una parte superior, una inferior y la parte principal que es la central. Esto se ve con precisión en cada carta. La parte inferior incluso está dividida con una línea, la distinción de la superior tiende a ser más evasiva, generalmente hay algún símbolo o zona con color distinto que hace de límite.
Aquello que aparece en la parte superior está referido a la energía espiritual, es decir todos aquellos símbolos que se encuentran allí tienen que ver con indicaciones de orden espiritual.
La parte central tiene que ver con el plano mental, este plano es el de las ideas pero también son las concreciones que surgen a partir de esas ideas. Es por otra parte el presente, es decir lo que se encuentra más encarnado en el hoy.
La parte inferior de la carta egipcia está relacionada con lo terrenal, es decir con la materialización de todo aquello que se muestra en las otras dos zonas. Aquí es donde están las consecuencias, lo que se plasma en materia y crece.
Es decir que las cartas tienen una estructura parecida a la energía del mundo, en el que hay un plano terrenal, los hombres que caminamos por la tierra y un cielo que es el que se encarga de nuestro destino.
