Capricornio : Nacidos entre el 22 de Diciembre y el 20 de Enero

Capricornio: Características

Simboliza:  La política, la tierra, los lugares elevados, las montañas, las cimas, loslugares aislados e inaccesibles, las luchas, los obstáculos e impedimentos, el karma, la mala suerte, los reveses de fortuna, las carreras brillantes, la decadencia, el tiempo, la noche, los viejos, las deformidades, el invierno, el frio, las minas, el deber cívico, las ambiciones profesionales.

Profesiones: Arqueólogos, antropólogos, etnólogos, geólogos, gemologos, anticuarios, historiadores, relojeros, escaladores, teólogos, clerigos, geriatras, reumatólogos, traumatólogos, odontólogos, ortopedistas, dermatólogos, políticos, agentes de finca raíz, arquitectos, ingenieros, ajedrecistas, todos los trabajos que requieran perseverancia, ambición, meticulosidad, paciencia, precisión, organización y método.

Capricornio positivo. Ambiciosos, decididos, cuidadosos, líderes, prudentes, perseverantes, serios, concentrados, responsables, metódicos, tradicionalistas, gran sentido de la individualidad y poder, realistas, organizados, ordenados, pragmáticos.

Capricornio negativo. Mentirosos, arribistas, trepadores, pesimistas, fatalistas, melancólicos, reprimidos, tímidos, obstinados, utilitaristas, rencorosos, caracter frio y reservado, no detallistas, tacaños, mezquinos, aguafiestas, exagerada importancia al éxito social, de principios rígidos, egoistas, dominantes.

El Capricornio, regido por Saturno, es el representante más térreo entre los signos de tierra. Es el realista por excelencia y siempre empeñado en dominar su vida por sus propias fuerzas, lo que casi siempre logra a la perfección, puesto que conoce la recompensa de la diligencia y la perseverancia. Y a igual que su representante animal es un ser que sabe por donde pisa, que toma raramente decisiones equivocadas y que no se movería sobre terrenos resbaladizos. Aún cuando pertenece a las personalidades serias, tiene no obstante un gran corazón y muestra siempre suficiente intuición y magnanimidad cuando se trata de ayudar a otros. A fin de cuentas conoce las trampas de la vida ya que él mismo ha dado cada paso siempre con minucioso examen – sin el apoyo de otros.

De ello resulta su esfuerzo por evitar dependencias muy especialmente en la vida laboral. Si no puede llegar a una posición de liderazgo intentará por lo menos trabajar por su cuenta. Y aquí tendrá también el máximo éxito, ya que como luchador solitario florece al máximo. Aún cuando el Capricornio da una imagen muy fría y en parte incluso insegura a otros, es una persona comprensiva y afectuosa e igualmente capaz de una ardiente pasión en la pareja. Es decir, ningún cabeza de chorlito sino con corazón y entendimiento – y ello le convierte en un compañero fiel y de confianza.

Si el Capricornio persigue sus objetivos con demasiada ambición, perdiendo su alegría y espontaneidad, tiende en toda la extensión de la palabra a “osificarse”, puesto que el esqueleto o los huesos son los “órganos” asignados a él. Su piedra es el zafiro, la piedra de la rectilineidad. Era considerado en las viejas culturas de Europa y la India como la piedra de Saturno. Saturnal es asimismo el plomo, un metal al que se le atribuyen cualidades protectoras y que es utilizado para las adivinaciones.

Las personas del signo Capricornio son trabajadores natos, lo que no les supone ningún problema porque son ambiciosos y decididos. La vida es un gran proyecto, y ellos la afrontan como si se tratara de un negocio. Prácticos por encima de todo, se toman las cosas paso a paso con grandes dosis de realismo y pragmatismo, persiguiendo con ahínco sus metas. Como la cabra que los simboliza, gozan trepando a lo más alto de la montaña, donde el aire es puro y fresco y las cosas se ven desde arriba. El éxito, la fama, el prestigio y el dinero son poderosos acicates para los nacidos bajo este signo.

Capricornio es posiblemente el signo más estable del Zodíaco, y todo en él ejemplifica la madurez y la experiencia. Cautos y cuidadosos, son tenaces y perseverantes, y se desenvolverán bien en prácticamente cualquier profesión o actividad laboral que desarrollen. Excelentes gestores de negocios, conocen el valor del dinero, saben ser previsores y jamás lo arriegan innecesariamente. Gracias a estas virtudes y a su natural honestidad, resultan ser excelentes administradores tanto de sus bienes como del patrimonio ajeno. Si tienes que confiar a alguien tu dinero, ellos son las personas indicadas.

Naturalmente, los Capricornio pueden ser dominantes, incluso egoístas, en su carrera a la cumbre. Industriosos, eficientes y organizados, son muy escrupulosos con los detalles y adoptan una postura más bien convencional tanto ante los negocios como ideológicamente: la seguridad ante todo. Afortunadamente para ellos y para quienes les rodean, suelen ser pacientes y no les importa esperar su oportunidad, siempre que acabe llevándoles al éxito. Son lo suficientemente inteligentes para reconocer que la vida no es fácil y que necesitan grandes dosis de disciplina, responsabilidad y trabajo duro. Con estas virtudes, no es raro encontrar a los nacidos en este signo instalados en el éxito, pero los Capricornio no olvidan a aquellos que los han ayudado a conseguirlo.

Aunque los nacidos en este signo tienden a ser materialistas y algo codiciosos, suelen ser gente digna y de fácil trato. Aman la tradición y la reserva, y gustan de presentarse como personas amables y amistosas. Cuando no están trabajando, disfrutan con deportes relajados como el golf y la pesca, aunque tampoco rechazan los deportes en equipo donde haya que utilizar una estrategia para ganar. Los Capricornio son caritativos por lo general, y ayudan a los menos favorecidos dentro de sus posibilidades. Como amigo, es leal y sincero, y nunca pide demasiado de los que le rodean. Aunque procuran resolver sus problemas por sí solos, si alguien les hace un favor no lo olvidan y procuran devolverlo con creces.

Como todo el mundo, los Capricornio tienen también, naturalmente, sus defectos. A veces pueden ser demasiado críticos con los demás, ya que esperan que el resto del mundo esté a su altura. En casos extremos, tiende a ser muy egoísta y desagradablemente altanero. Su pasión por el éxito económico puede hacerlos muy materialistas y codiciosos. Finalmente, tienden a creer que conocen lo que es mejor para los demás, y eso puede convertirlos en entrometidos; si ocupan un cargo directivo y se exceden en sus funciones, quieren controlarlo todo y son exageradamente puntillosos y exigentes.

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